Mucho antes de que este barco existiera, ese sueño por surcar las aguas del río ya flotaba entre la gente.Entre pescadores y entre innovadores que llevaron el concepto de la barca al ocio.
Por eso, una familia , la del "Catarro", conocedora de las aguas del salvaje río pucelano, montó un chiringuito de alquiler de barcas.
Barcas que en pocas ocasiones he visto flotar por el río y que hoy han pasado a formar parte del mobiliario urbano del paseo del Pisuerga por las Moreras, anhelando otros tiempos, cuando el sueño de navegar por el río no era solo una actividad recreativa.
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