Debajo una fachada blanca, resplandeciente sobria y elegante. Lineas herrerianas para dibujar el templo maestro de la ciudad. Impoluto y limpio, como a estrenar.
No os dejéis engañar, la cara norte de este monumental edificio esconde la cara mas sucia y oscura del templo.
En el lugar donde debería de haber una amplia fachada hay un cumulo de edificios en ruinas que se mantienen pegados al trasero de la Catedral.
Restos de la antigua Colegiata, dependencias, y salas del Museo Diocesano son las vistas que se pueden tener desde la Antigua.Hay también un muro de ladrillo que cierra la nave central a la altura del crucero y los absides que rematan las naves.Muros inacabados que formarían el interior del crucero que según el proyecto iría plagado de capiteles corintios.
Las piedras de las naves de la Colegiata se ven entremezcladas con ladrillo.
Los huecos entre Catedral y Colegiata son rellenados con vidrios translucidos que dejan pasar la luz hacia alguna sala interior y ladrillo y mas ladrillo.Un despropósito que conforman una visión decadente y ruinosa.
Y mientras la actual fachada principal, luce blanca, este lado se encuentra sucio, dejado y lleno de vegetación que crece y crece ocupando las grietas de este edificio que siempre quedará inconcluso.
Eso si, las 3 o 4 salas de la Colegiata, donde está el Museo Diocesano y Catedralicio, están tan limpias como la fachada que hemos comentado al principio.
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