Como si de un zoo se tratara, han puesto una jaula a la casa de agua pútrida y pestilente.
El agua puede fluir y puede chocar.Pero aqui consigue escaparse de las rejas, huyendo por debajo de la verja y yendo a parar al río que está justo de frente donde los patos y los peces alegran sus días devorando la basura que a este agüilla acompaña.Incapaz de adaptar la forma del nefasto tunel del que huye.
Si ahora los restos que se han ido tapando por el centro de la ciudad, han sido de alcantarillados y de ramales de agua de hace unos siglos, este desagüe dentro de otros tantos años,cuando algun alcalde se quiera cargar la ribera del rio serán sus restos los que aparezcan.
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