Detrás de los niños que juegan, dos ladrones contemplan la ciudad, apostados cada uno de ellos en una esquina,vigilando el acceso a la plaza observando al ciudadano y al viajero ocasional.Acechando monederos y propinas, pues solo quieren dinero.La guita del más pobre que es más pobre cuando estas dos figuras están cerca.
Orgullosos,no se esconden.Son el caballo de troya, el lobo de cordero, el traidor de la cena y el amigo traidor.
Esconden bajo sus vestiduras alma de rateros y de ladrón de guante blanco.
A un lado los sindicatos y al otro la Delegación de Hacienda.
Y cerca no muy lejos,el Banco de España...casualidad??? No lo creo!!
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