miércoles, febrero 23, 2011

23 F Valladolid III


La Zarzuela, 23 de febrero de 1981. Son cerca de las ocho y media de la noche cuando, por fin, el Rey consigue hablar con Ángel Campano, capitán general de la VII Región Militar, con sede en Valladolid. La conversación es escueta:
-«Señor, el capitán general de Valladolid al teléfono. Por fin».
-«Campano, no, no corresponde en este momento dar explicaciones, te las exigiré a su debido momento… Así es, y en esa intervención no haré más que reiterar mis órdenes, las únicas que he dado desde el primer momento, Campano, las que tú te has negado a escuchar. Sí, es inminente; y cuando se emita se habrá acabado tu juego. Con todas las consecuencias. Bien. Me alegra saber que vas a cumplir con tu obligación. Ya hablaremos».
Este supuesto diálogo telefónico entre el monarca y el capitán general, recreado en una serie de TVE que cosechó un enorme éxito de audiencia, da cuenta de la incertidumbre que reinó en la capital del Pisuerga aquel 23 de febrero de 1981. ¿Qué ocurrió en realidad? ¿Por qué aquella tarde el golpista Milans del Bosch, una vez proclamado el estado de excepción en Valencia, III Región Militar, insistía en que la de Valladolid se encontraba entre las inmediatas seguidoras? ¿Por qué meses antes el general Armada había informado al monarca advirtiéndole de la inminencia de un golpe y de que la VII Región Militar se encontraba entre las más dispuestas a secundarlo?
Fuente:
miércoles, febrero 23, 2011

23 F Valladolid II


30 AÑOS DEL 23-F 

Nervios, silencio, tanques y un bando de guerra en Valladolid

22.02.11 - 19:00 - ENRIQUE BERZAL


Odiaba a Suárez como solo sabían hacerlo aquellos militares a quienes había tocado en desgracia luchar contra sus hermanos de patria; aunque compartía con él una afición que suele anudar complicidades: el póquer. Ángel Campano López, máxima autoridad militar de Valladolid y enemigo acérrimo de la política llevada a cabo desde 1977 por el presidente del Gobierno, juega al póquer en su despacho de Capitanía, frente a la iglesia de San Pablo.
La partida de esta tarde de lunes, 23 de febrero de 1981, no es una novedad. Lo suele hacer siempre que regresa de cacería, después de un desfile o tras haber presidido el correspondiente acto militar.
Ufano y distendido, el capitán general anima la jornada con tragos de alta graduación mientras intercambia expresiones coloquiales con dos viejos amigos, Antonio Quintero y Juan García Cortés. También está al tanto de la segunda vuelta de la votación que está teniendo lugar en el Congreso para la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, radiada en directo por la SER.
Son las 18:20 horas. La voz del secretario, Víctor Carrascal, desgrana con parsimonia los nombres. «¡Manuel Núñez Encabo!». El diputado, que representa a la provincia de Soria junto a Gabriel Cisneros y Juan Ignacio Sáenz-Díez de la Gándara, vota 'no'. Pero su voz apenas puede oírse, un ruido sospechoso irrumpe en la Cámara. Botas, uniformes, galones, pistolas… El grito es marcial, seco, desafiante: «!Quieto todo el mundo¡», «¡Al suelo!».

Entre la maraña de uniformes que acaba de asaltar el Congreso sobresale un teniente coronel que tres años antes había cumplido condena por urdir en la cafetería 'Galaxia' el secuestro del Gobierno. «Es Tejero», le confía a Núñez Encabo, en voz baja y a ras de suelo, un compañero de escaño. «¡Un golpe de Estado!». Presagia lo peor mientras Tejero y sus edecanes disparan al techo y el miedo se apodera de su ánimo, piensa en su hijo de apenas un año y le vienen a la cabeza aquellos versos de Antonio Machado, fallecido un 22 de febrero pero de 1939: «Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios./ Una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón».
Segundos después, un subordinado irrumpe en el despacho de la sede de la VII Región Militar. «Han tomado el Congreso. Ha habido disparos». «Señores, la partida se interrumpe»: Campano se sacude la pereza y se incorpora con celeridad. Permanece un instante pensativo. Descuelga el teléfono y emite, taxativo, órdenes precisas: «Soy Campano. Hazte cargo de la situación y me tienes al tanto».
Campano espera
Su interlocutor acata la orden sin intercambiar una frase más. Es el estilo de Manuel María Mejías, gobernador militar de la ciudad y hombre adictísimo al Rey. Es su hora. En breve contactará con el jefe de Estado Mayor, Rafael Gómez Rico, para poner en marcha la 'Operación Diana Alerta 2'. Todo lo contrario que Campano, que en ese mismo momento decide aislarse en su despacho y sumirse en un misterioso silencio; queda la luz de su lámpara, visible a través de la ventana, como único y preocupante testigo de su presencia.
Los teléfonos de las 'fuerzas vivas' hierven sin cesar. El del alcalde Tomás Rodríguez Bolaños lleva descolgado desde las 18:15 horas. Mantiene el transistor encendido mientras concierta una comida para el día siguiente, en Madrid, con el alcalde de Valencia, pues antes debe entrevistarse con el ministro de Hacienda. Paradoja trágica de la historia, el edil de la ciudad que será tomada por los tanques se entera de todo a través de la radio que suena al otro lado del micrófono.
«Nos llamamos». Rodríguez Bolaños sale a la antesala y suspende las visitas. Vuelve a descolgar el teléfono y habla con el gobernador civil, Román Ledesma Rodríguez, hombre cordial y moderado. Comentan la situación y coinciden en un diagnóstico preocupante: ninguno sabe nada de Campano, le han llamado a su despacho pero está ilocalizable, no responde al teléfono.
Ledesma intuye las razones de Campano. Así que despacha directamente con el gobernador militar, contacta en Madrid con el gobierno de urgencia formado por los secretarios de Estado y convoca a la Junta de Seguridad, formada por los responsables de orden público, en su propio despacho.
Entretanto, los concejales Manuel Vidal y Ovidio Fernández Carnero, que tampoco saben nada de Campano, se ofrecen para esconder al alcalde y a su segundo de entonces, Manuel González López. Ambos agradecen el gesto pero declinan el ofrecimiento. Antes de refugiarse en casa de su amigo Ángel Puertas, Rodríguez Bolaños regresa al despacho y ordena a la policía cerrar las puertas del Consistorio en prevención de un posible ataque de los ultras; y vuelve a descolgar el teléfono. «Todo está en calma», es la respuesta tranquilizadora de Manuel María Mejías, el hombre más activo del momento.
La misma que transmite al presidente de la Diputación Provincial, el centrista Federico Sáez Vera, a quien el golpe acaba de sorprender en plena reunión con el interventor Teodoro Merino y el diputado y alcalde de Muriel de Zapardiel, Ruperto Martín García, en su despacho de la Granja-Escuela 'José Antonio', sede de la institución en ese momento.
El Rey
Todo en calma, en efecto; pero en una calma tensa, electrizante. En Valencia, el capitán general Milans del Bosch, líder de los golpistas junto a Armada y Tejero, no solo ha sacado los tanques a la calle, sino que ha publicado un Bando decretando el estado de excepción. Y no cesa de repetir lo mismo: «Conmigo están los capitanes generales de la II, IV, V y VII Región».
También Don Juan Carlos estaba al tanto de la actitud de Campano: «El Rey me pidió que le informase de todo lo que supiera. Así lo hice. Le informé con todo detalle del malestar que había en las Fuerzas Armadas y de que se estaba preparando algo, un movimiento fuerte de generales y que tan pronto como se produjera se iban a sumar al mismo varias capitanías generales, como la III de Milans, la II de Merry Gordon, la IV de Pascual Galmes, la VII de Campano López y alguna otra más». Es el testimonio manuscrito del general Armada, reproducido por Jesús Palacios.
Pero no solo Campano aguarda; en la Academia de Caballería tiene lugar una escena sorprendente -según ha narrado Julio Martínez-: el general director, José María Álvarez de Toledo y Mencos, está terminando de vestirse para iniciar su tradicional paseo vespertino por el Paseo Zorrilla. Es su costumbre terminar en el bar 'La Fragua', donde remata la jornada con una animada tertulia. Aún no se ha calzado cuando escucha los disparos de Tejero a través del transistor. En zapatillas, como una exhalación, baja las escaleras y se dirige al comandante que escucha la radio: «¿Han dicho ya algo del general Armada?» Premonitorio.
Pero nada comparado con lo que ocurre en la Brigada Acorazada, donde la llamada de Mejías es recibida con cierto desdén por el general jefe, Manuel Engo Morgado. Aunque la orden es no moverse y defender la lealtad constitucional, Engo contesta de malos modos. Nada más finalizar la conversación, telefonea al jefe del Regimiento de Farnesio, Gonzalo Navarro Figueroa, y le comunica su incomodidad.
Un comandante del Servicio de Información, que prefiere mantenerse en el anonimato, es testigo de la conversación. También de las intensas y numerosas reuniones que se suceden entre mandos de conocida tendencia involucionista. De inmediato, Navarro Figueroa llama al jefe de información y municiones y le da la orden: «Repostar todos los vehículos y municionar cada una de las unidades. Y esperar acontecimientos». Así se hace.
Los cuatro escuadrones, uno de carros, otro acorazado, uno ligero y otro de plana mayor, son repostados y municionados. En el destacamento del Pinar de Antequera permanecen preparados los tanques, y en el de la carretera de Madrid, los vehículos ligeros. «Quienes tengan teléfono pueden irse a su casa; los que no, se quedarán a dormir aquí». Listos para tomar la ciudad, listos para esperar la orden.
Ésta debe proceder, por supuesto, del capitán general, que aún aguarda en su despacho. Pero no está quieto. Descuelga el teléfono y habla con Milans: «Envíame el Bando», es su contestación a las presiones del de Valencia, que le anima a emularle.
A Campano lo devoran las dudas hasta que, por fin, se decide a dar el paso: llama al coronel auditor, Virgilio Peña, y le pide información sobre el Bando que acaba de recibir de Valencia. Peña, que junto a Mejías y Gómez Rico se mantiene fiel al orden constitucional, advierte a su superior de las gravísimas consecuencias jurídicas que concurren en él y se detiene en los obstáculos técnicos que lo hacen inviable. Inteligente estrategia. Campano se arredra. «Lo mejor es aguardar el pronunciamiento del Rey y escuchar a Gabeiras», le aconseja Peña. «¡Los jurídicos no hacéis más que joder!», responde Campano, tal como ha escrito en este periódico Carlos Gallego.
Es consciente de que sus inmediatos inferiores no están por la labor anticonstitucional y tampoco cuenta con el número suficiente de subordinados. La influencia de su familia, en especial de sus hijos, ha ido atemperando sus ínfulas pasadas, el auditor le aconseja que no se involucre y, para rematar, en septiembre pasará a la situación B. Lo tiene decidido: si el golpe triunfa, contarán con él; pero si fracasa, ¿para qué moverse?
Y no se movió. Fue el último en descolgar el teléfono y manifestar al Rey su adhesión. Su orden, por suerte, nunca llegó a Farnesio.
Fuente:
miércoles, febrero 23, 2011

23 F Valladolid



Fuente:
viernes, febrero 18, 2011

Una casa pequeñita


La crisis es lo de menos.Se pueden construir casas en pleno centro de la ciudad sin necesidad de grúas ni un numero excesivo de obreros.Eso si,sera un edificio pequeño pero con todos los detalles,puertas,persianas,ventanas aislantes,tejado y todo esto en plena Plaza Mayor.
Esta mañana me he encontrado con el edificio mas pequeño de toda la ciudad.
Ubicada en un registro de luz, teléfono o agua.Sea como sea,se va a tratar de una casa muy muy cara tras las ultimas y excesivas subidas.
Creo que aun no está en venta.
Los grafiteros y artistas urbanos de esta ciudad no dejan de sorprenderme,dejando a un lado el tema del bandalismo urbano y el dinero que se gasta el Ayuntamiento en limpiar garabatos y pintadas.Hay que aprovechas hasta el rincón más sorprendente para dejar su imaginación a modo de firma.
lunes, febrero 14, 2011

El Cachalote y la Marsopa protegidos en Castilla y León


Te vas a reir...


La Junta de Castilla y León considera que dos tipos de cetáceos Phocoena phocoena (la marsopa común) y Physeter macrocephalus(el cachalote) forman parte del catálogo de especies “vulnerables” de la Comunidad Autónoma.
Así figura en una tabla sobre la relación de mamíferos amenazados, que recoge el Programa de Desarrollo Rural 2007-2013, un 
documento actualizado el 2 de diciembre de 2010, y con una extensión de 812 páginas.




Fuente:
http://www.hachisvertas.net/blog/yonini/segun-la-junta-en-castilla-y-leon-hay-ballenas/
http://www.nortecastilla.es/v/20110214/castilla-leon/junta-incluye-cachalote-marsopa-20110214.html
domingo, febrero 13, 2011

La casualidad nos persigue



Según la RAE Casualidad es la combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar,que es perteneciente o relativo a un caso.
Es una causalidad presente en diversos fenómenos que se caracterizan por causas no-lineales y los procesos que coinciden son independientes.

Esta es otra pintada rara que me he encontrado dando vueltas por la ciudad.Una de las mas filosóficas y misteriosas que he visto.
Parece ser que la frase esta sacada de una canción de Ivan Ferreiro,ex-cantante de Los Piratas,pero no tengo ni idea de si viene de aquí o no.

¿Casualidad?¡No lo creo!
Di un lugar donde estés tu
Que si el azar nos va empujando hasta el final
Solo habrá casualidad

La casualidad
Nos va a alcanzar
Nos va a salvar
Y a matar...

sábado, febrero 05, 2011

Caracol Bomba


Últimamente la ciudad se está llenando de pequeños seres de colores que van invadiendo las paredes de nuestros edificios.
Seres que se cuelan sin permiso y que solo podrás verlos cuando cambies tu manera de mirar.

Aquí una metáfora en tinta en una sucia pared del centro de la ciudad.
¿Podrás encontrarla?

El mundo evoluciona despacio.
viernes, febrero 04, 2011

Tu no bicho


Una pared pulcra,de losetas recien limpiada.Alguien con esmero se ha dedicado a sacar brillo a esta pared,que es como todas una pared sin importancia,pero que sujeta los hogares de unos pocos ciudadanos.
De repente,de la noche a la mañana un estigma brota de la pared.
Una herida hecha a conciencia por  alguien que supedita su orgullo personal al respeto y al honor de cualquier otra persona.A conciencia y al olvido pues la cicatriz perdurará en el tiempo y el autor del daño permanecerá escondido de la cueva de la que un día decidió salir.
Una cicatriz marcada a fuego de tinta, con nocturnidad,al refugio de la oscuridad y al calor de unas copas previas.
Hasta los perros son mas discretos cuando marcan su territorio.

Si esta pared fuera el Muro de Berlin,tus ideas no serian mas que bloques rotos y si fuera el Muro de las Lamentaciones con esta oración no irías mas que al infierno.
Los hombres de las cavernas pintaban lo que veían,lo que cazaban y lo que creían.
Quizás este bicho que has dejado olvidado en esta pared represente en lo que crees y en lo que piensas.
En el fondo lo que eres.
Nada ni nadie.
Un mierda.

jueves, febrero 03, 2011

Pajaro Rojo


Alguien se está dedicando a plantar estos pajarracos por la ciudad.
Este ya es el segundo que me encuentro.[Ver el otro]
Pájaro mal nacido es el que ensucia su nido.


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