Entre enormes columnas de piedra una sombra profunda se hace con el templo.Un leve rayo de luz solar se abre paso en la penumbra desde un pequeño ventanal vidrioso.El haz de luz choca contra la base de una de las pilastras que sostienen las bovedas goticas del edificio.En esta enorme mola grisácea de piedra aparece un pequeño cuadrado, oscuro, lleno de letras a modo de una sopa de letras.
Sopa tétrica de letras, pues es la lapida de una tumba, donde duerme uno de los huéspedes más antiguos de este templo cristiano.
A gloria de Dios, nuestro nuestro Señor,
Este retablo de la Purisima Concepción
de la Virgen Maria nuestra señora.
Con sepultura de piedra del licenciado Andres de la Bega,
cura que fue de este Hospital real de Nuestra Señora,
de Agueda Lopez, su madre y sus defuntos
quedan en este monasterio a memoria perpetuamente
como por el testamento y contratos de defundacion se berá
a los quales queda en el dicho
Monasterio de San Benito el Real
-Año de 1610-
Si te has parado a leer esta placa has de comprobar que tus pies se encuentran sobre el marmol de la tumba, lecho de gusanos y hogar de descanso eterno de un Don Andres de la Vega.
Esta sepultura es del Licenciado Andres de la Vega,
cura que fue del Hospital Real de Esgueba, y de Agueda Lopez su madre.
No se ha de abrir para ninguno aunque sea pariente
-Año de 1610-
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