A saber si es manta, sabana o pañuelo de mocos arrojado a los pies de los políticos de las Cortes de Castilla y León.
Es como una hoja que flota en el aire, surcando ráfagas de viento que se posa sobre el suelo.Quizás una hoja de algún libro, una hoja arrancada del estatuto de trabajadores, o de algún convenio colectivo, alguna hoja de alguna hipoteca, una factura que no se puede pagar, una ley inútil, una tarjeta del paro, un desahucio, un contrato mal avenido, o un billete sólo de ida.
Una sábana que a modo de sudario cubre como una negra sombra, el suelo deprimido de Castilla que yo piso, y que cada vez está más despoblado, hundido y pobre.
Cada cual que vea lo que quiera.
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