Una novela inspirada en los años inquisitoriales del siglo XVI, que se presenta como una nueva traducción de los autos de fé del 21 de mayo y el 8 de octubre, y en conmemoracion de su 450 aniversario.
El autor se nos presenta desconocido para evitar caer en el cadalso.
El libro nos cuenta que en los durísimos días de la Reforma protestante, Don Fernando de la Mina, un noble terrateniente español, nacido el 16 de abril de 1534 en Simancas, Valladolid, está detenido por el Santo Oficio de la Inquisición y sentenciado a morir en la hoguera por su "herejía".
Debido a sus convicciones reformadas no permitidas en aquellos tiempos de intolerante fanatismo religioso, encuentra una serie de circunstancias providenciales que le libran de la llamas, pero no de una odisea de épicas proporciones, hasta su consiguiente llegada al protestante reino de Navarra Baja en Francia.
El 21 de mayo de 1559 catorce protestantes de Valladolid fueron quemados en la hoguera o estrangulados y otros 16 fueron encarcelados a perpetuidad. Gutiérrez Marín da los nombres y apellidos de 27, entre ellos una dama de honor de la reina, dos sacerdotes, una monja, el marqués de Poza, una hija del marqués de Alcañices, otra hija del marqués de Montemayor y un general del Ejército. Todos ellos habían abrazado los principios de la Reforma protestante.
Mi huida del Auto de Fe de Valladolid no solo relata el siniestro trato de todos los sospechosos de herejía luterana en España, culpables o no, sino que también cautiva al lector por su intrigante historia de suspenso, esperanza y amor.
1 comentarios:
¡Interesante! Es como si fuera otra "versión" de El Hereje. Me lo apunto también.
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