
Ocupa uno de los espacios con más historia de la ciudad,pues en este terreno se cimentaba el Hospital de la Resurreción que aparece en la Novela del genial Cervantes el Coloquio de los Perros.
La burguesia se hizo con las tierras y ocupó toda la manzana con este edificio,convirtiendose en uno de los puntos cardinales de la burguesia vallisoletana.
Si ahora paseas por este edificio te puedes encontrar un edificio alto y grande,con unos torreones acabados con pequeñas cúpulas y una decoración abundante de estuco a base de columnas y pilastras, cariátides, guirnaldas,frontoles y luminarias(faroles).
Uno de estos adornos que estan mas accesibles al viandante son las cabezas de los leones que adornan las pilastras que rodean el edificio.
No son los tipicos leones decorativos,pues por lo general estos felinos ornamentos son fieras salvajes en pose agresiva,para proteger y dar un aspecto de seguridad a la casa.
Esta casa tambien los tiene,pero los que llaman la atención son los leones que tienen un gesto mas amable y simpatico,esbozando quizas una sonrisa y con el ceño relajado,que choca bastante con los fieros leones que enseñan sus fauces y tienen el ceño fruncido.
Asi pués hay un león malo y otro bueno.
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Pero estos bustos fueron desapareciendo,deteriorados por el mal estado de los materiales con los que fueron creados.
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