lunes, noviembre 05, 2012

Vikingos en Valladolid.Cristina de Noruega




Por todos es conocido algunos viajes de estos nórdicos guerreros a la peninsula ibérica,atracaron por Galicia y tuvieron mas que palabras por Sevilla.En cualquier caso estas visitas no fueron tan pacificas como les hubiera gustado a los vecinos de estas regiones.
Es raro que digamos que en Valladolid hubo o que se pasearon los vikingos,pues viendo el paisaje que tenemos por estas tierras donde vivimos,no hay mucho mar.Y la playa que ahora tenemos me parece que por los siglos en los que se remonta esta historia aun no existían.
Este extraño paseo Vikingo por estas tierras castellanas forma parte del periplo nupcial de la princesa Cristina de Noruega y aqui está la historia que aconteció.

Cristina de Noruega nació en Bergen Noruega hacia el 1234.En España aún la reconquista estaba lejos de terminar pero habia unas incipientes monarquias castellas que comenzaban a deslumbrar entre la gran cantidad de reyes que habia por la peninsula.

Cristina llegó a España para casarse con con Don Alfonso X,el que seria "el Sabio",debido a que las alianzas dentro del Sacro Imperio Romano Germano beneficiaria a ambos ambos.Alfonso X podia tener al padre de Cristina,  Haakon IV de Noruega, a su favor.

 Los reinos nórdicos deseaban abrirse cada vez más al resto de Europa y comerciar con ella, y Haakon había emprendido una activa política diplomática y de lazos culturales con otros países.

Segun dicen,Alfonso se quiso casar con esta princesa noruega por que estaba cansado de su esposa Doña Violante,por que no le daba hijos.Así que para cuando la mujer de Alfonso X se quedó milagrosamente embarazada Cristina de Noruega ya estaba en viaje hacia Castilla.Por lo que a su llegaba fue repudiada por Alfonso X.

Cuando llegó a la capital de Castilla,Valladolid, en 1258,fueron recibidos por el Rey.Dos dias despues de su llegada,Cristina decidió casarse con el hermano de Alfonso,el Infanfe Don Felipe de Castilla.

La boda se celebró en la Colegiata de Valladolid el 31 de marzo de 1.258 rodeados de todo el cortejo noruego.
Las fotos que aqui muestro son los restos que quedan de dicha colegiata.Cada cipres era uno de los pilares que sostenian tan enorme templo,y las vallas simbolizan cada uno de los absides que tenia la colegiata.Estos son algunos de los detalles que se pueden observar si te das un paseo por los restos que quedan.

Despues se fueron a vivir a Sevilla.
Cuatro años mas tarde en 1.262 moría a la edad de 28 años en Sevilla sin dejar hijos.La causa de su muerte es un misterio,pero se afirma que Cristina de Noruega murió de tristeza y melancolia,porque nunca pudo adaptarse a la vida lejos de su pais,su tierra,su frio y sus paisajes.Sevilla le resultaba un lugar caluroso y aqui la corte castellana no la miraba con buenos ojos,y era la continua comidilla de los pasillos palaciegos por ser rubia y demasiado alta para las gentes de aquella España.
Murió de pena por que echaba de menos Noruega.

"porque le faltaban el frío de su país, su gente, su pasado, y le sobraban el calor asfixiante del Guadalquivir, la corte castellana y su incierto futuro. Sin duda soñó en las agobiantes noches españolas con aquellas tierras verdes, con aquellas rocas y cielos que enmarcaban las aguas grises de los fiordos; con aquellas cumbres glaciares y con el manto de la nieve que emergían los troncos –también blancos- de los abedules."

El infante Felipe de Castilla hizo enterrar a su esposa en el claustro de la colegiata de Covarrubias en un sepulcro anterior a la fecha en que se depositaron en él los restos de Cristina.

Cuando Cristina murió, su marido, prometió levantar en su honor una capilla a San Olaf, que estaría situada en Covarrubias (Burgos), en un enclave natural privilegiado, pero aquella promesa quedó sin cumplir y que hoy ya está terminada y que rememora esta romantica historia.
Fue en este lugar por que Don Felipe Infante de Castilla habia sido nombrado abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias hasta la edad de 21 años y más tarde obispo de Sevilla,donde tenia su domicilio y donde se fueron a vivir de recien casados.

Esta historia es contada en la saga de  Håkon Håkonsson, escrito por el islandés Sturla Tordsson



Fuentes:







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